Conviene que sepa que el índice glucémico de todas las verduras aumenta cuando se cocinan. O sea que, dentro de lo posible, es más recomendable el consumo de las hortalizas crudas que cocinadas.
A efectos prácticos clasificaremos las hortalizas crudas en tres grupos:
Grupo 1: de consumo libre: escarola, lechuga, lombarda, endibia, cogollos, canónigos, cebolla, cebolleta, champiñones, alcachofa, coliflor, pepino, pimiento verde, rabanitos y rúcula.
Grupo 2: de consumo moderado: zanahoria, pimiento rojo, brotes de soja, nabo y aguacates (aunque no es una propiamente una verdura se emplea como tal en las ensaladas).
Grupo 3: de consumo prohibido: remolacha, brotes germinados aparte de los de soja.
Las verduras crudas ralladas (presentadas habitualmente en envases de vidrio) deben consumirse tan solo ocasionalmente.
Encontrará en el mercado bolsas con verduras frescas o congeladas de todo tipo, ya lavadas y troceadas. Le ahorrarán mucho tiempo.
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